Eugene Sandow, considerado gestor del fisicoculturismo hacia finales del siglo XIX, pregonaba que una modalidad de vida saludable era tan importante como gozar de una mente lúcida. Marcelo Muñoz Salcedo, un santiaguino de 40 años, revela la rutina física y nutricional a la que se somete para lograr destacar en la misma actividad, como también los principios del pensamiento competitivo con que se integra a una disciplina socialmente desplazada y polemizada. Detrás de los prejuicios y un metódico entrenamiento, su relato entraña una humilde y valerosa apertura.